domingo, 12 de mayo de 2019

Los silencios no son incómodos

Hay momentos en nuestras vidas en donde pareciera que le ponemos pausa a todo, en donde todo parece que se parara a nuestro al rededor o a veces todo lo contrario, pareciera que el mundo gira a mil por hora y nosotros recién estamos dando un paso. Son esos momentos como los silencios en una conversación, como esos momentos en donde simplemente dejamos que nuestros sentidos se agudicen y nuestro al rededor pareciera que suena en volumen 1, nadie dice que todos los silencios son incómodos, todo depende del contexto, todo depende de cómo, cuándo y con quién se den. 
Por que te puedo asegurar que ese silencio en las mañanas de los fines de semana, no son incómodos, ese respiro que damos al darnos cuenta que no hay bullicio afuera y que por fin podemos escuchar ese hermoso silencio: a veces el silencio ayuda a que las ideas que tienes en mente y que no las realizas por miedo, te griten a viva voz para que las escuches, a veces esos silencios te ayudan a ver mejor los colores del mundo, a ver mejor a tu al rededor; a veces el silencio es el mejor cuando estás en tu cama y solamente quieres enfocarte en la persona que está a tu lado. No, no siempre los silencios serán incómodos, porque es mejor escucharte a ti misma, tu respiración, tus pasos, tus latidos, que estar en medio del barullo que los calla.
El silencio es simplemente como la oscuridad, si hay bulla no escucharas los sonidos de la naturaleza, si hay luz, no verás las estrellas brillar sobre ti.

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